Amor soñado

Una vez soñé con un amor especial… Un amor único, que no tuviera comparación alguna. Que no sientiera la necesidad de buscar más allá de lo que tendría por que sería justo y necesario. Soñé con un amor que me haría mejor, que me elevaría, que me llevara a niveles que jamás imaginaría. Un amor que haría de mi futuro uno lleno de emociones y triunfos. Ese amor que viene acompañado de sabiduría, inteligencia, serenidad y felicidad.

Por un momento de mi vida pensé que lo había encontrado. Que esta viviendo el amor soñado. Que era aquello que tanto había buscado y que por fin… Había hallado. Me envolví en aquel presente en niveles tales que perdí mi propio rumbo. Juré que aquel amor sería mi techo y mi comida. Que ese amor sería el futuro de mi vida y que el camino sería uno y firme. Sin darme cuenta, había firmado mi sentencia y me había arrojado a un pozo del que no ví nunca su final, hasta que lo impacté con mi cabeza.

Aquello que llamé amor me destruyó… Me había convertido en un ser que no era el que buscaba. Me había alejado de mi escencia, me había nublado el sueño que tanto diseñé. Cuando más traté de luchar me tragó aquel pozo aún más. Sin darme cuenta, cumplía con la sentencia. Me deshice pedazo a pedazo, no sabía ni quién era, dónde estaba, o a dónde me dirigía. Aquello que una vez estuvo lleno de estrellas y luna, ahora era la oscuridad más negra que jamás había imaginado.

Logré salir de aquel pozo y seguí poco a poco reconstruyendome. Seguí mi camino cansado y adolorido, pero con la frente en alto. Sané mis heridas y olvidé mi pasado. Me concentré en ser aquel que una vez había soñado. Me lo propuse tanto que cuando lo logré ni cuenta me había dado. Estaba de pie, sano, consciente, enfocado, sabio y astuto. Así que cuando quise mirar hacia atrás, me arrepentí al ver mi reflejo. Continué mi camino a paso firme y decidio, y todo pasó sutilmente.

Aquel amor que soñé me había encontrado. Lo había tenido frente a mí por tanto tiempo, pero no lo había imaginado. Estaba en desarrollo, en espera, buscando el momento correcto y preciso. Sin más preámbulos, de la nada, ahí estuvimos. Como dos niños riendo, pero como solo aman las almas puras. Hoy, miro a tus ojos, y puedo decir, que cuando pensé que lo había logrado, la prueba más importante había comenzado. Tú eres mi resultado, ahora aquí, a mi lado, eres aquel amor, que soñé, quise y había buscado.

Published by Victor Sola

From Puerto Rico. Athletic Trainer and writer in development. I love to write. If I can think about it, I will write about it. Open to learn new things.

Leave a comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.