Contrabandista de Poesías en Jardinería

Entre sollozos, un llanto ahogado, y un sentimiento de inferioridad que la invadió por la manera en que aquella conversación acabó, Susana aclaró su voz lo mejor que pudo y desde la oscuridad de aquel rincón dijo lo que pudo. “¿Se quedó sin palabras para la ironía que trata de decir o simplemente las plantas y el amor le salió mal? ¿Se quedó el supuesto contrabandista de palabras sin material? Creo que es que usted es bueno en letras y no conversando.” Fue lo que se escuchó desde aquel rincón especial que creaban las ramas de aquel árbol, aquella fría oscuridad que era testigo de romances interminables o el inicio de algunas otros.

Se detuvo en seco. Aquellas palabras le retumbaron en su cabeza. Tenía muy claro que cuando una persona, hombre o mujer, se encontraba como Susana en aquel momento la mejor estrategia era no entrar en temas tan profundos. Pero aquella mujer no iba a darse por vencida, tenía la creencia o el pensar de que la mujer era un ser que merecía más que simples flores y palabras, y que quizás el hombre debía ser de su misma categoría para merecer tomarla de la mano. Era una mujer moldeada por sí misma que no entendía la humanidad de las personas.

Se giró y refresó caminando a un paso lento e intrigante, sin quitar la mirada de aquel origen oscuro de las palabras que aún le hacían eco en su cabeza. Escudriñaba detalladamente la sombra que había erguida debajo de aquellas ramas. Entendió que aquella mujer no había conocido a un hombre que la viera como su par, y que quizás arrastraba experiencias negativas y la hacían pensar que el resto sería igual. Así que se detuvo justo al límite de la sombra y la línea de luz que generaban los faroles del parque. Desde allí el quedaba iluminado pero no lo suficiente para mirarle en detalle su rostro.

Respiró hondo y suspiró, miró su reloj en la muñeca izquierda, y colocó su mirada nuevamente a la oscuridad. Susana, hay momentos que uno entiende que debe cambiar la ruta de la conversación o no seguirla, yo entendí que era momento de dejarla en paz. Veo que usted no lo ve de la misma manera. No me he quedado sin palabras o sin sentido a lo que le decía, solo pensé que no era el momento. Continuaré, entienda o no, asimile o confunda, pero le diré la verdad y no la dejaré en duda. Cuanso quiera continuar la conversación sabe donde encontrarme, solo no se meta con mis clientes, usualmente a las 23 horas me siento en aquel banquillo a mirar el reflejo de la luz en el agua del río, si llueve tengo paraguas, si hace frío traigo abrigo, si hace calor vengo con ropa fresca, y no me importa si es solo o en compañía.

Retomando lo que dejé a medias le explico. El amor y una planta son iguales. Hay que sembrar una semilla en un terreno fértil, así como debemos comenzar a sentirnos atraídos por una persona que este accesible. Antes que me refute, sí, accesible en el sentido de no estar casado, en relaciones, el punto es que usted no sea una aventura, que simplemente sea el centro de atracción, de esa manera puede ser exitosa. Ahora, al igual que con las plantas, usted debe saber que es lo que quiere. No puede usted querer sandías y sembrar tomates, son frutas muy distintas. Lo mismo ocurre con el amor. No tengo que explicarle eso.

Ahora, una vez la siembra hay que darle atención, y mucho más a los detalles. Que tenga un buen sol, agua suficiente, que el clima sea apropiado, y sobre todo, cuidarla. Hay plagas, aves, entre otros animales, hongos y parásitos que verán su semilla como fuente de alimento. Lo mismo pasa en el amor. A veces piensan que mostrarse no interesado es la movida correcta, pero la realidad es que en la mayoría de los casos echan todo a perder. Debe ser cuidadosa, demostrar interés pero no ser controlador o cmabiarle la vida. Sabe lo que quiere, pues establezca una amistad que es su sol, luego confianza que será su agua, y el clima es todo lo que vendrá después que no ouede controlar, puede predecir pero no controlar.

A medida que la planta está creciendo hay que cuidarla, al igual que cuida de una pareja, es igual, le gusta que el o ella se vean limpios bonitos, pues usted hace los mismo con su planta. La va cuidando. El amor lleva algo que es menospreciado, los detalles. A veces creemos que son flores sin sentido o chocolates, o algo que a usted le guste. Pero, ¿usted cree que solo usted necesita detalles? No es como el mundo pornográfico que con lo que usted ya sabe que es sinónimo de flores. Tampoco es que le va a comprar un ramo, aunque no tiene nada de malo que le regale flores a un hombre, es un bonito detalle. Solo que los detalles van muchísimo más allá, como hacer un balance entre lo que quieren y comparten con lo que uno no es fanático del otro. Si a él le gustan los deportes, llévelo a un partido de su equipo favorito de sorpresa o véanlo en la tele en casa. Él en su momento, se sentará a ver esa novela o serie con usted. Son detalles simples que a la larga los atan, como atar el troco de su planta a un pedacito de madera para que crezca derecha.

Hasta el punto de los frutos. Usted recoge lo que siembra. ¿Sandías? Pues eso es lo que tendrá. Sembró usted un amor basado en sexo, cuando se acabe el sexo ya no habrá amor. Los frutos son el éxito de la planta, porque son sinónimo de supervivencia genética de la especie, contienen las semillas de la próxima planta. No piense que le hablaré de los hijos, no. Los frutos del amor van en respeto, comunicación, confianza, afecto, apoyo, empatía, refuerzo, equipo, y sobretodo, admiración. Esos Señorita Susana, son los frutos del amor. No lo es el sexo, ni los hijos, ni el dinero, y mucho menos una imagen.

Porque cuando su planta da frutos está a merced suya de seguir cuidándola y continuar, o la arranca de raíz e intenta otra cosa. En el amor es el momento más difícil. Hay quienes sabotean su propia relación, hay quienes le restan importancia, y quienes no saben lo que tienen. Aquellos que sí saben, valoran y entienden lo que tienen en sus vidas toman decisiones mayores. Un hijo, y otras decisiones de parejas que son de mayores magnitudes. Porque ese fruto recogido puede ser utilizado para muchas cosas más. Quiénes no son bendecidos con un hijo, se entregan a las familias, y así el amor sigue creciendo hasta ser un amor incalculable que nació de una simple semilla.

Espero que le haya complacido el resto de la conversación que omití. Espero que lo asimile y sea de ayuda para usted. Recuerde, sabe donde encontrarme y podemos continuar la plática, por esta noche no quiero proseguir la charla con usted. Su mente no está clara y cuando la mente se nubla el corazón se entorpece. Que tenga buenas noches…

Y se giró y se fué caminando sin apartar la vista del río. Ella lo observó hasta que se perdió de vista en la ciudad. Abrió su cartera y sacó un cigarillo, y allí debajo de aquel árbol lo fumó en silencio. Se puso en pié y se marchó. Con su rostro lleno de maquillaje por las lágrimas, y con paso de coraje pero con la necesidad de continuar aquella conversación.

Published by Victor Sola

From Puerto Rico. Athletic Trainer and writer in development. I love to write. If I can think about it, I will write about it. Open to learn new things.

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