No me tropecé con la roca, ella me habló

Un día me senté al lado de una roca. Sentía soledad y me relajé así que dejé que mis emociones fluyeran y comencé a llorar. A pesar de las emociones, era bello. La puesta del sol con el baile del mar y el sol, la brisa acariciando la naturaleza, el alboroto de las hojas bailando al compás, los rayos de luz calentando un poco todo para la brisa de la noche. Y dejé salir todo fianlmente.

Cuando más fuerte estaba el sentimiento, una voz me dijo: ¿Porqué lloras? Me espanté al nivel de que se me fué el llanto. Invadido por el susto, miedo, desorientado, y sin saber qué pasaba quedé de pie. Miré todo a mi alrededor y no vi a nadie. La voz volvió a sonar diciendo: “Oye, no te austes, estoy aquí, aquí abajo.” Miré con mis ojos casi saliendose de mis orbitales ausutado y pensé me llegó la locura, no volveré a comer tantos dulces en ésta ansiedad que me invade.

“Oye, no estás loco, es difícil asimilar lo que te sucede, pero no estás loco. Controla las emociones. Soy yo, la roca aquí a tu lado. Es que me mojaste con las lágrimas y me despertaste de este sueño eterno. Ven. Siéntate otra vez aquí a mi lado, voy a decirte un secreto, no tengas miedo.”

Con el corazón que palpitaba que se quería salir del pecho, me arriesgué y me senté de nuevo. Con el cuidado de no lastimar la roca. Aunque era la roca quien me puede lastimar. Me acomodé, y dije; en fin, ya que más puede suceder, que me hable una roca, no es peor que las emociones que me descontrolan.

La roca me dijo lo peor que pude escuchar, pero tan real que dolió…

Humano llevo miles de años aquí, honestamente millones, pero para mí son miles. He visto el planeta cambiar y fui testigo de cómo éste lugar fue invadido y evolucionado hasta hoy. Me han bañado las aguas de diluvios, tormentas, huracanes y sistemas devastadores. Me han orinado todo tipo de animales y uno que otro humano. Me ha manchado la sangre de todos los seres vivientes que pasean por aquí. He visto el abandono de animalitos inofensivos por parte de ustedes los humanos. He sido testigo de muchas barbaridades, pero no me había caído nunca una lágrima humana.

Que pérdida de tiempo haces. Tu sufrimiento es temporero, puede durar un día y no lo sabes. Te dejas morir por un sentir, cuando tu vida es tan corta. Ya quisiera yo sentir como tu, correr, vivir como tu. No sabes lo invaluable que tienes, tu vida. Ya quisiera bañarme en las aguas de ese mar que siempre he observado, deslizarme por las veredas que te traen hasta aquí. Saborear todos los frutos que la naturaleza les regala. Beber esa agua dulce que cae del cielo, y probar tantas cosas que tienen ustedes los seres vivos.

Solo quiero decirte, que no soy nada para aconsejarte. Pero sí soy algo para que te tropieces y te des cuenta que la vida no recae en nada ni nadie que en ti mismo. Tú decides si tu tristeza será temporera o eterna, pero no olvides que la eternidad del ser vivo conlleva la muerte como final. ¿Para qué vivir con el pasado si puedes escribir tu mejor futuro? Son tus decisiones las que cambiarán tu vida. No sé nada de sentimientos, pero he sido testigo del amor. El amor está en todos ustedes los seres vivos, sólo que ustedes los humanos lo han limitado.

El amor es la clave de la vida, el amor es la arena de eso que llaman reloj. El tiempo es sólo una medida, pero no marca nada. El tiempo dependerá de cuánto amor sientas por ti y por tu vida. Si te amas lo suficiente no dejarás que tus heridas se infecten, las limpiarás y tendrás cuidado hasta sanarlas y continuarás viviendo. El amor es la medicina para las heridas del tiempo. Hazte un favor, cuando bajes la vereda por la que subiste, vive. Vive tu vida, y lo que no te ayude a ser mejor, a vivir mejor, a ser feliz, simplemente deséchalo. Pues nadie lleva en sus pertenencias basura.

Perplejo. Abrumado por lo que escuchaba. Cambié. Ya no sentía nada. Así que, terminé la conversación y me puse en pie. Miré nuevamente el espectáculo de aquel atardecer, miré la roca y suavemente la acaricié. Bajé la vereda y comencé a vivir.

Published by Victor Sola

From Puerto Rico. Athletic Trainer and writer in development. I love to write. If I can think about it, I will write about it. Open to learn new things.

Leave a comment

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.